Lección de Escuela Sabática | PARA EL SÁBADO 21 DE JUNIO 2025, PRECURSORES
SÁBADO 14 DE JUNIO
Precursores
Lee para el estudio de esta semana
Daniel 2: 31-45; Daniel 3: 1-12, 17, 18; Apocalipsis 13: 11-17; Romanos 1: 18-25; Hechos 12: 1-17; Mateo 12: 9-14.
Para memorizar
«Porque no nos ha dado Dios espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio» (2 Tim. 1: 7).
Esta semana estudiaremos otras dos historias bíblicas que prefiguran los acontecimientos de los últimos días con gran detalle.
En primer lugar, examinaremos el relato de Sadrac, Mesac y Abednego, que contiene alusiones evidentes al capítulo 13 de Apocalipsis. Veremos luego la historia de los apóstoles y la experiencia de los primeros cristianos para comprender lo que nos queda aún por delante hasta el regreso de Cristo.
Ambos ejemplos, el de los tres jóvenes hebreos y el de la iglesia apostólica, ponen de relieve un valor extraordinario y contienen claves para disfrutar de paz espiritual aun en las circunstancias más difíciles.
Jesús dijo una y otra vez cosas como «no temas» y «¿por qué están turbados y suben esos pensamientos a su corazón?». Es importante recordar que el centro de la profecía es Cristo y que debemos por ello ser capaces de escuchar ese mismo mensaje del Señor en las escenas proféticas de los momentos finales de la Tierra. Como dijo a sus discípulos: «No se turbe su corazón. Ustedes creen en Dios, crean también en mí» (Juan 14: 1).
En otras palabras, aunque los eventos de los últimos días serán difíciles para quienes decidan permanecer fieles a Dios, debemos verlos con esperanza, no con temor.
Domingo 15 de Junio
DANIEL 2 Y EL ENFOQUE HISTORICISTA DE LA PROFECÍA
La profecía que aparece en Daniel 2 es una de las más poderosas de toda la Escritura. Casi seis siglos antes de Cristo, el profeta expone la historia del mundo desde la época de Babilonia y a través de Medopersia, Grecia y Roma hasta la fragmentación de esta en lo que son hoy las naciones europeas.
De hecho, la profecía dijo de estas naciones europeas que “se mezclarán por medio de casamientos pero no se unirán el uno con el otro, así como el hierro no se mezcla con la arcilla” (Dan. 2:43). Esta predicción se ha cumplido asombrosamente. Es decir, a pesar de todo tipo de alianzas matrimoniales entre estas naciones, siguen divididas.
Por ejemplo, la monarquía británica se llama Casa de Windsor, un nombre inglés. Sin embargo, esa designación es relativamente reciente, ya que data de 1917. Antes de eso, la familia se llamaba Casa de Saxe-Coburg y Gotha, un nombre claramente alemán, pues muchos miembros de la realeza británica, al mezclarse “por medio de casamientos”, eran parientes consanguíneos de los alemanes.
Sin embargo, esos lazos de sangre no bastaron para mantenerlos alejados de la guerra, ya que durante la Primera Guerra Mundial, y en un intento de desvincularse de sus odiados enemigos, cambiaron su nombre por el de Casa de Windsor.
Lee Daniel 2:31 al 45. ¿Cuál fue el sueño de Nabucodonosor y cómo lo interpretó Daniel?
Todas las profecías apocalípticas de Daniel siguen la base establecida en Daniel 2. Es decir, la secuencia de un imperio mundial tras otro hasta que Dios establece su reino eterno (ver Dan. 2:44; 7:13, 14). En otras palabras, esas profecías anunciaban una serie ininterrumpida de imperios desde la antigüedad hasta el fin de la historia, incluyendo nuestros días.
Este enfoque o interpretación historicista de las profecías surge de los textos mismos y es crucial para comprender los acontecimientos de los últimos días, particularmente los descritos en Apocalipsis.
¿Cómo demuestra Daniel 2 que Dios no solo conoce el futuro sino también tiene, en última instancia, el control de este?
Lunes 16 de Junio
LA ADORACIÓN DE LA IMAGEN
La atención que Nabucodonosor prestó a Daniel y a su Dios en un principio, cuando estaba aún impresionado por lo que se le reveló (ver Dan. 2, especialmente los versículos 46-48), no duró mucho.
Lee Daniel 3:1 al 12. ¿Qué implica el hecho de que la estatua fuera solo de oro y que el rey exigiera que se la adorara?
El rey subrayó su desafío al mensaje de Dios construyendo una estatua que estaba hecha solo de oro. ¿Cuál era el mensaje? Que Babilonia nunca caería y que Nabucodonosor siempre sería rey. Quienquiera que se atreviera a desafiar esa idea sería ejecutado.
Esto sirve como un poderoso recordatorio de que nuestro deseo humano de autodeterminación puede cegarnos e impedir que aceptemos la verdad acerca de cómo se desarrollará el Gran Conflicto.
Nabucodonosor manifiesta en algunos sentidos características de Lucifer, ya que era ambicioso, engreído y orgulloso como para rebelarse abiertamente contra la autoridad de Dios. En otros aspectos, por supuesto, hay marcadas diferencias. Nabucodonosor aceptó finalmente al Dios verdadero y es probable que lo encontremos en el Reino que tanto desafió.
Lee en Daniel 3:17 y 18 las desafiantes palabras dirigidas por los tres jóvenes hebreos al rey. ¿Qué nos enseña esto?
Piensa en las salidas que esos tres jóvenes podrían haber considerado para evitar tan peligrosa situación. ¿No sería acaso una muestra de fanatismo dejarse quemar vivos por no ofrecer una simple reverencia? ¿No podrían haber fingido, inclinándose para ajustar su calzado mientras oraban a Dios? ¿Valía realmente la pena lo que les esperaba?
Pensaban obviamente que sí, aunque lo que dijeron mostraba que eran conscientes de que era muy probable que morirían.
¿Cómo podemos evitar las racionalizaciones que comprometen nuestra fe? ¿Qué dice el siguiente texto acerca de una tentación similar?:
> “El que es fiel en lo muy poco también en lo más será fiel; y el que en lo muy poco es injusto también en lo más será injusto” (Lucas 16:10).
Martes 17 de Junio
OTRA IMAGEN Y LA ORDEN DE ADORARLA
Hace tiempo que los estudiosos de la Biblia ven la conexión entre Daniel 3 y lo que Apocalipsis enseña acerca de los eventos finales. Efectivamente, la orden de “adorar la imagen” o morir (Dan. 3:15) refleja lo que el Apocalipsis enseña acerca de la orden de rendir culto a una imagen so pena de muerte:
> “Se le permitió infundir aliento a la imagen de la primera bestia, para que la imagen pudiera hablar y dar muerte a todo el que no adore a la imagen de la bestia” (Apoc. 13:15).
Lee Apocalipsis 13:11 al 17; 14:9, 11 y 12; 16:2; 19:20; y 20:4. ¿Qué contraste hay aquí que implica un conflicto entre los mandamientos de Dios y los de hombres?
El pueblo de Dios está llamado a adorar “al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”, es decir, al Creador, en contraposición con la bestia y su imagen. Los tres jóvenes hebreos se negaron, ante una amenaza similar, a adorar a otro que no fuera el Dios Creador.
Lee Romanos 1:18 al 25. ¿De qué manera la adoración de la imagen de la bestia es solo otra manifestación del mismo principio en juego: quién debe ser objeto de la lealtad de los seres humanos?
Adorar no significa única o necesariamente inclinarse ante una imagen y ofrecerle incienso. Adoramos aquello a lo que en última instancia somos leales. Cuando consideramos quién es nuestro Dios Creador y lo que ha hecho por nosotros al redimirnos por medio de Jesús, nos damos cuenta de que es el único que merece ser adorado.
Todo lo demás es idolatría. Tal vez esto ayuda a comprender las severas palabras de Jesús:
> “El que no está conmigo, está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama” (Mateo 12:30).
Miércoles 18 de junio
LA PERSECUCIÓN A LA IGLESIA PRIMITIVA
Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento contienen ejemplos de precursores de los acontecimientos finales. La vida no fue fácil para los cristianos del primer siglo.
> “Los poderes de la Tierra y del infierno se coligaron contra Cristo en la persona de sus seguidores. El paganismo previó que, de triunfar el evangelio, sus templos y sus altares serían derribados; por lo tanto, reunió sus fuerzas para destruir el cristianismo. Se encendieron los fuegos de la persecución” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 43).
Lee Hechos 12:1 al 19. ¿Qué elementos de esta historia podrían presagiar los acontecimientos de los últimos días?
Pedro fue milagrosamente puesto en libertad y se dirigió a una reunión de creyentes que, paradójicamente, dudaban de que hubiera sido liberado aunque estaban orando por ello. La Biblia dice que quedaron atónitos, lo que nos llama a reflexionar acerca de cuántas veces oramos sin confiar demasiado en que Dios nos responderá.
Jesús mismo le anunció a Pedro cómo moriría:
> “Cuando eras más joven, te ceñías e ibas a donde querías. Pero cuando seas anciano, extenderás tus manos y otro te ceñirá, y te llevará a donde no quieras” (Juan 21:18, 19).
¿Qué debería decirnos esto acerca de por qué ni siquiera el riesgo de la muerte debería impedirnos seguir al Señor?
Jueves 19 de Junio
LA MARCA DE LA BESTIA
Puesto que ciertos acontecimientos finales —como el decreto de muerte y la imposición de la marca de la bestia— aún no han sucedido, algunos han expresado dudas e incluso escepticismo.
El libro de Apocalipsis es claro: adoramos al Creador o a la bestia y a su imagen. Y dado que el séptimo día, el sábado semanal, es desde el Edén mismo la señal de Dios como Creador (ver Gén. 2:1-3), no debería sorprender que el sábado ocupe un lugar central.
Lee Mateo 12:9 al 14 y Juan 5:1 al 16. ¿Por qué quisieron los líderes religiosos matar a Jesús?
“Pero los fariseos salieron y conspiraron contra Jesús para matarlo” (Mat. 12:14).
“Perseguían a Jesús, y procuraban matarlo, porque hacía estas cosas en sábado” (Juan 5:16).
Aunque la cuestión específica allí descrita no es la misma que en los acontecimientos finales, se parece bastante: la ley humana en oposición a la de Dios. En ambos casos, la ley cuestionada tiene que ver con el sábado bíblico.
¿Morir a causa de uno de los mandamientos de Dios? ¿Cómo podría alguien racionalizar la situación para procurar una escapatoria?
Viernes 20 Junio
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR
Lee el capítulo titulado “La liberación del pueblo de Dios” en El conflicto de los siglos, pp. 693–710:
> “En todos los tiempos, Dios se valió de santos ángeles para socorrer y liberar a su pueblo… El Señor se complace en la misericordia; así que, por causa de los pocos que lo sirven verdaderamente, mitiga las calamidades y prolonga la tranquilidad de las multitudes…” (Elena de White, El conflicto de
los siglos, pp. 689–690).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR
1. Lee 2 Timoteo 1:7.
Analiza los aspectos de la profecía que más te han preocupado.
¿Cómo podemos librarnos del temor y encontrar el mensaje de esperanza de Dios, aun en medio de las profecías que se refieren a la persecución por causa de la fe?
2. Aunque en este momento puede ser difícil ver cómo el sábado y el domingo podrían convertirse en el epicentro de los acontecimientos finales.
¿Qué debería enseñarnos esto acerca de no basar nuestra fe en los acontecimientos actuales —que pueden cambiar en un instante—, sino solo en la Palabra de Dios?
3. Piensa en Daniel 2 (e incluso en
Daniel 7).
Todos los imperios surgieron y desaparecieron exactamente como fue predicho.
Desde nuestra perspectiva actual, solo queda un reino por aparecer.
¿Cuál es ese reino y por qué podemos estar seguros de que surgirá tal como fue anunciado?
Explora un recorrido temático por los eventos clave de la historia de Israel, desde las plagas de Egipto hasta la construcción del Tabernáculo, con el objetivo de extraer lecciones prácticas y espirituales aplicables a la vida del creyente de hoy. Este estudio bíblico en PDF y en línea busca mostrar cómo la historia de Israel sirve como advertencia e instrucción, permitiendo comprender y aplicar sus principios espirituales en nuestra vida cotidiana. Incluye una introducción y trece lecciones detalladas: desde la opresión y el nacimiento de Moisés, pasando por la zarza ardiente, las plagas, la Pascua, la apertura del Mar Rojo, hasta el Pan y el Agua de Vida, el pacto en el Sinaí, cómo vivir la Ley, la apostasía e intercesión, la petición de ver la gloria de Dios, y finalmente, la construcción del Tabernáculo. Cada lección está disponible en PDF y en línea, facilitando el estudio personal, grupal o en clases bíblicas. Aprovecha estos recursos gratuitos para profundizar en la historia bíblica, fortalecer tu fe y entender cómo los principios de Israel pueden guiar y transformar tu vida espiritual hoy.
Sábado 9 de Agosto 2025
El Pan y el Agua de vida
Lee para el estudio de esta semana
Éxodo 15: 22–16: 36; Génesis 3: 1–6; Éxodo 17: 1–7; 1 Corintios 10: 4; Éxodo 18: 1–27; 1 Corintios 10: 11.
Para memorizar
«Y el Señor dijo a Moisés: “¿Hasta cuándo se negarán a guardar mis mandamientos y mis leyes? Miren que el Señor les dio el sábado. Por eso en el sexto día les da pan para dos días. Quédese, pues, cada uno en su estancia, y nadie salga de su lugar en el séptimo día”. Así, el pueblo reposó el séptimo día» (Éxo. 16: 28–30).
Tras salir de Egipto, Israel emprendió un viaje desconocido hacia la Tierra Prometida. El pueblo se enfrentaba a un exigente y largo camino, y necesitaba aprender una multitud de lecciones. El Señor los guiaría y cuidaría, y deseaba ayudarlos a crecer, pero debían aprender disciplina, dominio propio, abnegación, generosidad, confianza en el Señor y, especialmente, obediencia.
Moisés era un líder visible, y el pueblo tenía que seguirlo y aceptar su liderazgo si querían triunfar. Era crucial que permanecieran unidos, que cooperaran como comunidad y que se ayudaran mutuamente. Había muchos obstáculos y desafíos por delante. Gran parte de su crecimiento espiritual dependería de cómo enfrentaran esos desafíos y respondieran a Moisés, especialmente cuando los retos fueran grandes.
El conocido adagio chino de que «un viaje de mil kilómetros comienza con un solo paso» era acertado en la situación de ellos, y necesitaban confiar en las indicaciones del Señor a cada paso. Trágicamente, como veremos, no aprendieron esas lecciones tan fácilmente. Pero ¿quién lo hace?.
Domingo 10 de agosto 2025
Aguas amargas
En los incidentes registrados en la Biblia, distintos personajes desempeñan papeles diferentes, buenos o malos, y debemos prestar mucha atención a las tramas, los lugares, los tiempos y los villanos. Sin embargo, lo más importante de un relato suele ser el desenlace y las lecciones aprendidas. Lo mismo puede decirse de los relatos bíblicos acerca de la historia del pueblo de Dios tras el cruce del Mar Rojo.
Como muestran los episodios, Dios es el Solucionador de problemas y el Pacificador. Sin embargo, su labor es dificultada por la incredulidad de las personas. Debido a su constante murmuración y desobediencia, los hebreos experimentaron serias complicaciones e incluso tragedias. Trajeron sobre sí mismos muchas dificultades debido a su incredulidad e impenitencia.
Lee Éxodo 15: 22 al 27. Tras el cruce del Mar Rojo, ¿cuál fue el trasfondo del primer milagro realizado?
La primera prueba de la fe de Israel estuvo asociada a la necesidad de agua, lo que no es de extrañar dado el difícil, caluroso y seco entorno del desierto. Después de tres días de viaje, el pueblo finalmente encontró agua, pero no era potable. Marah significa «amargo», y como el agua era amarga la fe de Israel en su bondadoso Señor se tambaleó rápidamente. Sin embargo, Dios reaccionó con compasión, y el primer milagro fue realizado con un trozo de madera. Por supuesto, no fue la madera sino el Señor quien hizo que el agua se tornara dulce y potable. El pueblo tuvo que aprender importantes lecciones: (1) Paciencia para esperar el momento oportuno del Señor, y (2) que Dios hace las cosas en cooperación con los seres humanos.
Sin embargo, los hijos de Israel dieron muchas cosas por sentadas y rápidamente olvidaron los grandes milagros que Dios había hecho por ellos, milagros por los que tan apasionadamente le habían cantado alabanzas, declarando: «¿Quién como tú, Señor, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en prodigios, autor de maravillas?» (Éxo. 15: 11).
Sin embargo, incluso después de sus quejas, Dios prometió que no traería sobre los israelitas «ninguna de las enfermedades» (Éxo. 15: 26, NVI) que habían asolado a los egipcios. Él los protegería, pero solo podrían experimentar el cumplimiento de esta promesa si se mantenían fieles a él.
¿Qué pruebas y luchas has enfrentado como resultado de tus propias decisiones? ¿Qué consuelo puedes obtener al saber que Dios seguirá obrando en tu favor si cooperas con él?.
Lunes 11 de Agosto
Codornices y maná
Desgraciadamente, existe un patrón repetitivo de rebelión en estas historias de peregrinación. La gente olvidaba notoriamente que la poderosa mano de Dios les había ayudado en el pasado y que él había provisto soluciones para sus dificultades. Dejaron que sus problemas presentes los cegaran respecto de su meta final y del futuro maravilloso prometido por Dios. Ese es un problema común incluso entre el pueblo de Dios actualmente.
Lee Éxodo 16: 1 al 36. ¿Por qué se quejaron los israelitas y qué ocurrió luego?
Es importante notar que las tentaciones registradas en la Biblia suelen estar relacionadas con el alimento. En el Jardín del Edén, la Caída se debió a la acción de comer del árbol prohibido del conocimiento del bien y del mal (Gén. 2: 16, 17; 3: 1-6). Cuando Jesús fue tentado en el desierto, Satanás intentó hacerlo caer valiéndose primero de la comida (Mat. 4: 3). Esaú perdió sus derechos como primogénito a causa de su apetito indisciplinado (Gén. 25: 29-34). ¡Cuántas veces la desobediencia de Israel estuvo relacionada con la comida y la bebida! No es de extrañar que Moisés recordara a las generaciones posteriores: «El hombre no vive solo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca del Señor» (Deut. 8: 3).
El maná era un alimento celestial que Dios suministró a los israelitas durante los cuarenta años en el desierto. Les enseñó mediante ese don que él es el Creador y el Proveedor de todo. Además, Dios usó la provisión sobrenatural de maná para mostrarles cómo guardar el sábado, el séptimo día semanal.
Cada semana ocurrían cuatro milagros: (1) Dios proveía una ración diaria de maná durante cinco días. (2) Los viernes recibían una ración doble de maná, pues este no les sería provisto el sábado. (3) La ración extra del viernes reservada para el sábado no se echaba a perder. (4) No caía maná en sábado. Dios realizaba constantemente estos milagros para que el pueblo recordara el sábado y celebrara la bondad de Dios durante ese día. Dios dijo: «Tomen en cuenta que yo, el Señor, les he dado el sábado» (Éxo. 16: 29, NVI).
A los humanos nos agrada comer y fuimos creados para disfrutar de ello. La abundancia de alimentos que crecen en la tierra (nuestra dieta original) revela que Dios quiere que comamos y que nos agrade lo que comemos. Sin embargo, ¿cómo es posible abusar del maravilloso don de la comida y del apetito?.
Martes 12 de Agosto 2025
Agua de la roca
En el desierto se necesita mucha agua. Dios se ocupó de este problema pese a que el pueblo se mostró contencioso, desconfiado e incluso puso a prueba su poder y disposición para darles agua. En su incredulidad, anhelaron regresar a Egipto.
Lee Éxodo 17: 1 al 7. ¿Qué lección debería haber aprendido el pueblo de este incidente?
Moisés llamó al lugar Masa, que significa «prueba», y Meriba, que significa «rencilla». El Señor dio agua a los israelitas a pesar de su incredulidad. Esas dos palabras deberían haberles recordado que no debían poner a prueba a Dios ni reñir con él (Heb. 3: 7, 8, 15). Cuestionaron seriamente la presencia de Dios a pesar de las numerosas demostraciones previas que habían tenido de su compañía, poder y autoridad.
«Moisés hirió la peña, pero fue el Hijo de Dios el que, escondido en la columna de nube, estaba junto a Moisés e hizo brotar las vivificadoras corrientes de agua. No solo Moisés y los ancianos, sino también toda la multitud que estaba de pie a lo lejos, presenciaron la gloria del Señor; pero si se hubiera apartado la columna de nube, habrían perecido a causa del terrible fulgor de aquel que estaba en ella» (Elena G. de White, Patriarcas y profetas, p. 270).
El agua es un símbolo de vida, ya que sin ella no hay vida. Todas las células de nuestro cuerpo necesitan agua. Nosotros mismos estamos constituidos por un 60 % de agua. Incluso nuestros huesos están en parte compuestos por ella. Por lo tanto, el hecho de que Dios proporcionara agua a los israelitas en el desierto era evidencia de que Dios se preocupaba por sus necesidades y de que podían confiar en él. Pero, de nuevo, era necesario que fueran obedientes.
Muchos siglos después, Pablo recuerda a los creyentes que la experiencia de los israelitas en el desierto fue única. Cristo mismo no solo los guio, sino que también les proporcionó agua (Sal. 78: 15, 16) y satisfizo otras necesidades espirituales y físicas. En tal sentido, el apóstol afirmó: «La roca era Cristo» (1 Cor. 10: 4). Para ellos, Cristo era la Fuente de la vida y el Dador de la vida eterna. Así como una roca es firme, Dios guio a su pueblo con seguridad. Podemos confiar en él, porque no deja de cumplir sus promesas.
¿En qué aspectos necesitas ahora mismo confiar en Dios? ¿Cómo puedes aprender a someterte a su voluntad y esperar hasta que él actúe a su debido tiempo? ¿Por qué no siempre es fácil hacerlo?.
Miercoles 13 de Agosto
Jetro
Moisés recibió la visita de Jetro, su suegro, también llamado Reuel (Éxo. 2: 18), quien trajo consigo a Séfora, la mujer de Moisés, y a sus dos hijos, Gersón y Eliezer. Moisés salió a recibirlos cuando supo que venían.
Lee Éxodo 18: 1 al 27. ¿Qué pasos importantes en la historia de la nación tuvieron lugar aquí?
Jetro vino porque oyó hablar de la asombrosa liberación de Israel por parte de Dios. Moisés narró a Jetro en detalle «todas las cosas que el Señor había hecho a Faraón y a los egipcios por amor a Israel, y todo el trabajo que habían pasado en el camino, y cómo el Señor los había librado» (Éxo. 18: 8).
Jetro alabó la bondad de Dios y sus extraordinarias intervenciones en favor de su pueblo: «¡Alabado sea el Señor que los libró de mano de los egipcios y de Faraón, y libró al pueblo de la opresión egipcia! Ahora reconozco que el Señor es grande más que todos los dioses, porque prevaleció contra los que se ensoberbecieron contra ellos» (Éxo. 18: 10, 11).
Lo que vemos aquí es un ejemplo de cómo la obra de Dios en favor de los hebreos debía ser un testimonio para el mundo acerca de quién es el Dios verdadero y de lo que puede hacer por su pueblo.
Mientras Jetro aprendía acerca del Dios verdadero, él mismo tenía consejos sabios y beneficiosos para ofrecer al pueblo de Dios. Moisés necesitaba organizar el sistema legal con principios justos y equitativos. También necesitaba jueces íntegros, dedicados y fieles. Jetro enumeró sabiamente las calificaciones que debían tener esas personas: (1) Hombres que respetaran profundamente a Dios; (2) que fueran dignos de confianza; y (3) que odiaran la ganancia deshonesta. Personas capaces y de buen carácter debían estar a cargo de diferentes grupos de miles, centenas, cincuentenas y decenas. De este modo, la carga administrativa de Moisés se reduciría y podría centrarse en los problemas importantes. Como resultado, el pueblo estaría bien atendido.
Moisés aceptó el sabio consejo de Jetro (Éxo. 18: 24) y nombró líderes para diferentes funciones administrativas (ver también Deut. 1: 9-18).
Moisés podría haber despreciado el consejo de su anciano suegro y haberle dicho que se ocupara de sus asuntos, pero no lo hizo. ¿Qué lecciones importantes podemos aprender de su disposición a escuchar a alguien que ni siquiera era hebreo?..
Jueves 14 de Agosto 2025
El Pan y el Agua de vida
Lee 1 Corintios 10: 11. ¿Qué razón aduce Pablo para que estos acontecimientos quedaran registrados?
Pablo explica que todo lo sucedido a los israelitas quedó registrado a fin de que sirviera como ejemplo y advertencia para los seguidores de Cristo y los ayudara a evitar los mismos problemas; es decir, para que aprendieran de esas experiencias. Se trata, pues, de una instrucción pertinente para quienes vivimos en «el fin de los tiempos» (NVI). Dios da a su pueblo el Espíritu Santo para fortalecer a los creyentes con «poder, [...] amor y [...] dominio propio» (2 Tim. 1: 7) a fin de que puedan tomar decisiones correctas y seguir sus enseñanzas. Jesucristo es la Fuente de la nueva vida (Juan 14: 6), y solo él puede convertirnos «en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es el culto espiritual de ustedes. [...] No se conformen a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su entendimiento, para que puedan comprobar cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta» (Rom. 12: 1, 2).
Jesús también usó las enseñanzas contenidas en estos relatos, los del maná y el agua en particular, para enseñar verdades acerca de sí mismo, quien los guio por el desierto.
Lee Juan 4: 7 al 15 y 6: 31 al 51. ¿Qué verdades se nos revelan aquí a los cristianos?
La samaritana descubrió que Cristo le ofrecía algo que no obtendría en ningún otro lugar. La sed interior de paz, alegría y felicidad procede de Dios y, por lo tanto, solo él puede satisfacerla (Sal. 42: 1, 2).
Más tarde, en el contexto del maná, Jesús explicó que fue Dios, no Moisés, quien lo proveyó al pueblo. Luego Jesús declaró: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre» (Juan 6: 35). Jesús se identificó tres veces como el Pan de vida (Juan 6: 35, 41, 48).
Así como el maná en el desierto era «pan del cielo» (Juan 6: 31, 32), el agua de la roca era el regalo de Cristo para satisfacer la sed. Además de estos aspectos físicos, el pan y el agua tenían también un significado espiritual, pues Jesucristo es «el pan de vida» (Juan 6: 35, 48) y el «agua viva» (Juan 4: 10, 11, 14; 7: 37, 38). Solo él, pues, puede saciar verdaderamente nuestras sed y hambre espirituales.
Viernes 15 de Agoosto 2025
Para estudiar y meditar
Lee el capítulo titulado «Del Mar Rojo al Sinaí» en el libro Patriarcas y profetas, de Elena G. de White, pp. 263-274.
Poco después del incidente con el agua, la nación se enfrentó a un nuevo peligro (ver Éxo. 17: 8-16). Los amalecitas, una tribu feroz y belicosa, los atacaron. «Los amalecitas no desconocían el carácter de Dios ni su soberanía, pero en lugar de temerlo, se habían empeñado en desafiar su poder. Las maravillas hechas por Moisés ante los egipcios fueron tema de burla para los amalecitas, y se mofaron de los temores de los pueblos circunvecinos. Habían jurado por sus dioses que destruirían a los hebreos de tal manera que ninguno escaparía, y se jactaban de que el Dios de Israel sería impotente para resistirlos. Los israelitas no los habían perjudicado ni amenazado. En ninguna forma habían provocado el ataque. Para manifestar su odio y su desafío a Dios, los amalecitas trataron de destruir al pueblo escogido.
«Durante mucho tiempo habían sido pecadores arrogantes, y sus crímenes clamaban a Dios exigiendo venganza; sin embargo, su misericordia todavía los llamaba al arrepentimiento. Pero, cuando cayeron sobre las cansadas e indefensas filas de Israel, sellaron la suerte de su propia nación» (Elena G. de White, Patriarcas y profetas, pp. 271-272).
Preguntas para dialogar:
Reflexiona en el hecho de que Jetro aprendió acerca del Dios verdadero a partir de lo que Dios hizo por su pueblo. (Ver Éxo. 18: 8-10), ¿Por qué es válido hoy ese principio? Pregúntate a ti mismo y a tu clase qué tipo de testimonio presenta nuestra iglesia ante el mundo. ¿Qué mensaje damos al mundo acerca de la naturaleza y el carácter de nuestro Dios?
Lee nuevamente 1 Corintios 10: 4. ¿Qué debería enseñarnos esto acerca de la antigua herejía, sostenida aún por algunos, según la cual el Dios del Antiguo Testamento era vengativo, iracundo e implacable en contraste con Jesús? ¿Cómo muestra este versículo lo erróneo de esa creencia?
Vuelve a leer lo que Elena G. de White escribió acerca de cómo los amalecitas tuvieron la oportunidad de conocer al Dios verdadero. Compara su actitud con la de Jetro. ¿Qué lecciones podemos aprender de esto acerca de por qué Dios trajo juicio no solo sobre ellos, sino también sobre muchos grupos humanos de la antigüedad con los que Israel entró en contacto?.