¿Responde Dios las oraciones?
Somsak* oyó hablar por primera vez de orar al Dios del Cielo cuando era un niño de preescolar en la Escuela Inter nacional Adventista de Korat (Tailandia). Como la mayoría de los tailandeses, procedía de una familia no cristiana y no sabía nada del Dios del Cielo. Todas las mañanas, al comenzar las clases, se izaba la bandera de Tailandia en un mástil situado en el patio. A continuación, todos los niños, desde preescolar hasta los cursos su periores, se colocaban junto a la bandera para oír el himno nacional tailandés. Después, los profesores dirigían a los niños cantando “La canción de la oración”, un hermoso corito que pide al Dios del Cielo que bendiga su día. Cuando Somsak creció un poco, aprendió a orar solo. Su maestra de segundo curso le enseñó a hacerlo. Todos los días, al prin cipio de la clase, la maestra empezaba una oración e invitaba a Somsak y a los demás niños a que la completaran. La maestra decía: “Querido Dios”. Luego, un niño decía: “Por favor, hazme inteligente”. Otro decía: “Por favor, protégeme”. Y un tercero añadía: “Por favor, ayúdame a ser bueno”. La maes tra terminaba la oración diciendo: “En el nombre de Jesús, Amén”. Después de aprender a orar en la escuela, Somsak empezó a hacerlo por su cuenta en segundo curso. Pero no oraba todos los días; ni siquiera todos los meses. Solo oraba como último recurso. Normalmente, se sentía inteligente. Normalmente, se sentía seguro. Pero a veces le preocupaba no ser inteli gente o no estar seguro, y era entonces cuando oraba: “Querido Dios, por favor, hazme inteligente. Por favor, mantenme a salvo. En el nombre de Jesús, Amén”. Somsak también oraba por su cuenta como último recurso en tercer y cuarto gra dos. Después siguió orando en quinto, sexto, séptimo, octavo y noveno. Hoy es un ado lescente fuerte de 16 años que cursa el décimo grado. Puede que no ore todos los días, pero ha orado durante muchos años. ¿Cuántas de sus oraciones creen que ha respondido Dios? ¿Cien? ¿Cincuenta? ¿Quizá diez o quince? Si le preguntan a Somsak, les dirá que ninguna. Cero. Nada. “No he sen t ido que Dios haya respondido mis oracio nes”, comenta. “Confío más en mí mismo”. Puede que Somsak no orara todos los días; puede que solo ore como último re curso; pero ¿es posible que Dios no haya respondido ni una sola de sus oraciones? ¿Qué creen ustedes? Si dicen que Dios se guramente ha respondido al menos una de sus oraciones, tienen razón. En la Biblia, Dios dice que responde a las personas incluso antes de que oren. En Isaías 65: 24 leemos: “Antes que clamen, yo responderé; mientras aún estén hablando, yo habré oído” (RV95). Entonces, ¿por qué cree Somsak que Dios no ha respondido sus oraciones? ¿Podría ser que Dios haya respondido y Somsak simplemente no se haya dado cuenta? ¿Po dría ser que nosotros también oremos y no nos demos cuenta de que Dios responde? Los maestros de la escuela de Somsak oran para que él llegue a conocer al Dios del Cielo, que escucha y responde nuestras oraciones. Puede ser difícil para un niño creer en el Dios del Cielo cuando nadie más en su familia lo hace. Los maestros oran para que Somsak, y todos los demás niños de la Escuela Inter nacional Adventista de Korat, vean que Dios realmente escucha y responde las oraciones.